miércoles, 19 de junio de 2013

CÓMO COMENZO EN SAN JUAN- ARGENTINA , EL MOVIMIENTO DE SCHOENSTATT Y NUESTRO SANTUARIO

Todo comenzó en julio del año 2009

Todo comenzó en julio del año 2009, cuando la Familia de San Juan fue bendecida con un terreno para su futuro Santuario. Ubicado a pocos kilómetros de la ciudad, en una zona muy fértil, junto al Río San Juan y con las Sierras de Pie de Palo como marco.
Así comenzó la conquista: los misioneros de la Campaña junto a la comunidad de la Villa San Judas Tadeo comenzaron a acercarse a rezar allí el rosario, la Juventud Femenina y Masculina ofrecían como Capital de Gracias sus misiones “Manus Mariae” en las villas aledañas, la Rama de Madres sus Alianzas, las Profesionales sus reuniones quincenales.
Todo demostraba que la Mater quería instalarse allí.

Un sueño comenzó a gestarse…

Así comenzó a gestarse en sus mentes un sueño: levantar en su terreno la ermita de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt y así, con su presencia, comenzar a regalar las gracias a quienes se acerquen a Ella.
Era necesario recaudar el dinero. Para ello se movilizó a toda la Familia que con mucho esfuerzo logró este fin. También hay que destacar los importantes aportes que se agregaron de muchas personas muy comprometidas con la Madre. Así llegaron a obtener el monto necesario para comenzar su construcción.
Fue a través de la Asociación Civil “San Miguel Arcángel” que llegaron a concretar este hermosa ilusión.

Llegó el día tan esperado

Llegó el día tan esperado: 18 de diciembre de 2010. Con la presencia del Obispo Monseñor Alfonso Delgado, sacerdotes amigos, la Hermana Catalina Walsh, la Familia de San Juan, representantes de la Familia de Mendoza, autoridades del gobierno, vecinos de la zona, en un acto emotivo bendijeron su ermita, celebraron la Santa Eucaristía y renovaron la Alianza de Amor con la Mater.
“Fue un día de fiesta para nuestro espíritu que quedará plasmado en nuestras mentes y corazones”, comparten Alberto y Sonia, coordinadores diocesanos. “Fuimos elegidos como humildes instrumentos para que se instalara allí, rodeada de una corona de flores como una verdadera triunfadora, sonriente ante los ojos de todos sus hijos, que dichosos de su presencia, agradecíamos a Dios por habernos regalado a su Madre”.
Gracias, Madre, por estar allí, derramando tus gracias y bendiciones a todo el pueblo sanjuanino que acude a Ti.

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