martes, 9 de julio de 2013

CENTROS EDUCATIVOS KENTENIJIANOS

Fundamento pedagógico

Los Centros educativos kentenijianos han desarrollado siempre un carácter propio, reconocido y reconocible, al servicio de la Iglesia y de la comunidad; gracias a la profundidad psicológica de la pedagogía en que se fundamentan, pedagogía basada en la práctica docente de su fundador, el Padre José Kentenich (1885 - 1968).
Fundado en un inmenso amor a la Virgen María y dotado de un personalísimo carisma y una profunda visión de futuro fue gestando, a lo largo de su vida, con un fino instinto psicológico, una concepción psico-pedagógica-orgánica del hombre que, más tarde, se traduciría en una educación en el amor a través de la confianza, libertad, vínculos e ideales, capaces de llevar a ese hombre a la alianza con Dios a través de María y a la unión creadora con los demás y el entorno.
Frente a la atrofia de la capacidad para amar del hombre de hoy, debida a la separación de la fe y la vida, el Padre José Kentenich preconizó la vivencia de una nueva dignidad de cada hombre y mujer, fruto de la conciencia de saberse amado y llamado a la existencia por un Dios que es amor.
Es en este contexto donde su pedagogía se convierte en camino para desarrollar de forma integral a los educandos que, de esta forma, podrán convertirse en hombres y mujeres libres y autónomos, capaces de actuar en la sociedad de forma solidaria, responsable y con rigor profesional y, sobre todo, con amor.

Pedagogía de la confianza

Es la pedagogía que basada en el respeto al ser único y original de cada educando y a sus procesos de crecimiento, desarrolla en plenitud todos los ámbitos de su personalidad (intelectual, afectivo - volitiva, física, social, artística y espiritual).El ambiente educativo, que debe distinguirse por el espíritu de familia, el clima de alegría, la capacidad de acogida y de diálogo, despertará las fuerzas motivacionales del alumno, fomentando la creatividad y responsabilidad por el trabajo bien hecho.

Pedagogía de las vinculaciones

Es la pedagogía que propicia las relaciones de los alumnos, entre sí, con sus educadores, con su entorno y con el Dios de la vida, estableciendo vínculos sanos y profundos que serán la base para un desarrollo armónico de la persona.Las actitudes que brotan de estos vínculos despertarán en el alumno el anhelo por la conquista de los más altos valores, y marcarán la visión que tenga de la sociedad y del mundo.

Pedagogía de la libertad

Es la pedagogía que partiendo de la dignidad de cada ser humano, desarrolla en él su capacidad para decidirse por el amor, el bien, la verdad y la belleza y su compromiso para llevarlos a cabo.

Pedagogía del ideal

Es la pedagogía que, partiendo de los anhelos profundos del educando y de sus perspectivas de intereses, se dirige a la conquista de los más altos ideales.La pedagogía del ideal está orientada a la capacidad que tiene el ser humano de intervenir responsablemente en su comunidad, aportando lo mejor de sí mismo y realizando en plenitud el proyecto de su propia vocación humana y cristiana.
La sistematización de estos cuatro ejes pedagógicos describe un proceso vital, por tanto se trata de aspectos de un todo. Al describirlo distinguimos, para un mejor análisis y comprensión, realidades que se dan vitalmente entrelazadas y que se complementan.

En esta "Carpa virtual de la cultura de alianza en la area de pedagogía",  presentamos algunos colegios donde se aplica la pedagogía kentenijiana - de Argentina, Ecuador, Perú, Guatemala, Chile, España...

Lista de Colegios donde se aplica la pedagogía kentenijiana

Americas

Argentina

FUNDAMENTO PEDAGÓGICO DE SCHOENSTATT

Fundamento pedagógicoFundamento pedagógico
Los Centros educativos Schönstattianos han desarrollado siempre un carácter propio, reconocido y reconocible, al servicio de la Iglesia y de la comunidad; gracias a la profundidad psicológica de la pedagogía en que se fundamentan. Pedagogía basada en la práctica docente de su fundador, un sacerdote católico alemán, el Padre José Kentenich (1885 - 1968).
Fundado en un inmenso amor a la Virgen María y dotado de un personalísimo carisma y una profunda visión de futuro fue gestando, a lo largo de su vida, con un fino instinto psicológico, una concepción psico-pedagógica-orgánica del hombre que, más tarde, se traduciría en una educación en el amor a través de la confianza, libertad, vínculos e ideales, capaces de llevar a ese hombre a la alianza con Dios a través de María y a la unión creadora con los demás y el entorno.
Frente a la atrofia de la capacidad para amar del hombre de hoy, debida a la separación de la fe y la vida, el Padre José Kentenich preconizó la vivencia de una nueva dignidad de cada hombre y mujer, fruto de la conciencia de saberse amado y llamado a la existencia por un Dios que es amor.
Es en este contexto donde su pedagogía se convierte en camino para desarrollar de forma integral a los educandos que, de esta forma, podrán convertirse en hombres y mujeres libres y autónomos, capaces de actuar en la sociedad de forma solidaria, responsable y con rigor profesional y, sobre todo, con amor.


Principios generales de la pedagogía del P. José Kentenich
Pedagogía de la confianza
Es la pedagogía que basada en el respeto al ser único y original de cada educando y a sus procesos de crecimiento, desarrolla en plenitud todos los ámbitos de su personalidad (intelectual, afectivo - volitiva, física, social, artística y espiritual).

El ambiente educativo, que debe distinguirse por el espíritu de familia, el clima de alegría, la capacidad de acogida y de diálogo, despertará las fuerzas motivacionales del alumno, fomentando la creatividad y responsabilidad por el trabajo bien hecho.
 Pedagogía de las vinculaciones
Es la pedagogía que propicia las relaciones de los alumnos, entre sí, con sus educadores, con su entorno y con el Dios de la vida, estableciendo vínculos sanos y profundos que serán la base para un desarrollo armónico de la persona.

Las actitudes que brotan de estos vínculos despertarán en el alumno el anhelo por la conquista de los más altos valores, y marcarán la visión que tenga de la sociedad y del mundo.
 Pedagogía de la libertad
Es la pedagogía que partiendo de la dignidad de cada ser humano, desarrolla en él su capacidad para decidirse por el amor, el bien, la verdad y la belleza y su compromiso para llevarlos a cabo.

 Pedagogía del ideal
Es la pedagogía que, partiendo de los anhelos profundos del educando y de sus perspectivas de intereses, se dirige a la conquista de los más altos ideales.

La pedagogía del ideal está orientada a la capacidad que tiene el ser humano de intervenir responsablemente en su comunidad, aportando lo mejor de sí mismo y realizando en plenitud el proyecto de su propia vocación humana y cristiana.

PEREGRINAR CON MARIA



Peregrinar es ir al encuentro de María. Lo sabemos en Schoenstatt y lo hemos experimentado muchas veces. Con alegría y esperanza vamos al santuario. Nos sentimos ahí en casa, nos sentimos en un lugar muy nuestro.
En segundo lugar la MISIÓN: cuantas veces hemos experimentado que la fe se vive entregándola, compartiéndola. Esta vivencia ha sido central para cientos de jóvenes que han vivido el “espíritu” de MTA. Muchos viven esos días como un verdadero momento de encuentro con Dios y con el prójimo. Muchas de las experiencias más fuertes se viven ahí. Misionar está en el alma de nuestra vida eclesial. Somos un movimiento apostólico .

 . Tenemos que salir a proclamar con valentía y entrega que queremos vivir nuestros ideales y que estamos dispuestos a renunciar a muchas cosas por ellos, que no vamos a anteponer nuestro interés personal al de Jesús de llegar a mucha gente.    Creo que el tiempo nos exige más generosidad. 

QUÉ GRACIAS PEDIMOS A LA VIRGEN EN SU SANTUARIO?

Qué gracias pedimos a la Virgen en su Santuario

La gracia del cobijamiento: es sentirnos amparados por María, quien nos ayuda a poder experimentar así el amor paternal de Dios. Ella se preocupa por mí y por mis seres queridos y me hace sentir en el Santuario como en mi hogar.
La gracia de la transformación: es la gracia que nos impulsa al cambio, ¡Dejad al hombre viejo para que surja el hombre nuevo! Nos da fuerza para adecuarnos a los valores del reino: la verdad, la justicia, el amor, la paz, la unidad, la libertad…
La gracia del apostolado: consiste en sentirnos enviados a irradiar a Cristo en todo nuestro ser: con el testimonio, la palabra y la acción. Salimos del Santuario para evangelizar al mundo, para hacer de nuestra patria una NACION DE DIOS.

Qué le ofrecemos a Maria en el Santuario

Le ofrecemos todo lo que somos y tenemos, lo que hacemos diariamente en el hogar, en el trabajo, en el estudio, en las alegrías y en las penas.

imagebrowser imageSu Fundador: Padre José Kentenich

El Padre José Kentenich es el Fundador de la familia de Schoenstatt. Nació a fines del siglo pasado, el 18 de noviembre de 1885 en la ciudad de Gymnich, Alemania. En 1960 ingreso a la comunidad de los Padres Palotinos, se ordenó sacerdote el 8 de julio de 1910. Dos años después le fue encomendado por los superiores el cargo de Director Espiritual de los alumnos del Seminario menor de los Padres Palotinos. Desarrolló una fecunda labor con ellos que culminó con la fundación del Movimiento en 1914. A partir de allí consagró toda su vida a la Familia de Schoenstatt.
El P. Kentenich falleció el 15 de septiembre de 1965, dejando como herencia una obra de dimensiones universales.

Breve cronología de la vida del Padre José Kentenich

  • 15-11-1885: nace en Gymnich, Alemania
  • 08-07-1910: es ordenado sacerdote palotino
  • 1912: nombrado director espiritual de los estudiantes del Seminario mayor, en Schoenstatt, se reúnen en la capillita abandonada del lugar
  • 18-10-1914: Acta de fundación del Movimiento de Schoenstatt. Transforman la capillita en centro de peregrinación y de gracias marianas, un Santuario, con el compromiso de los jóvenes a la Santificación personal de la vida diaria.
  • 1916/26: funda la Federación y Liga Apostólicas, grupos femeninos y el Instituto de Hermanas de María
  • 1933: primer envío de las Hermanas de Maria al exterior, a Sudáfrica.
  • 1941/42: detenido y enviado por los nazis al campo de concentración de Dachau, hasta abril de 1945, en que es liberado. Trabaja incansable y en secreto en la cárcel. Ayuda a otros detenidos y escribe textos para el Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
  • 1947: audiencia con el Papa Pío XII. Viaja a Chile, Brasil, Argentina y Uruguay, llevando al Movimiento de Schoenstatt al mundo.
  • 1951: es destituido de su cargo en Schoenstatt por el Obispo de Tréveris. Se inicia su exilio de 14 años de Schoenstatt, viviendo en Suiza, Roma, Argentina y durante 13 años en Milwauke, USA.
  • 1965: Pablo VI ratifica el carácter independiente de la obra de Schoenstatt, libera al Padre de su sanción, quien regresa a Schoenstatt luego de 14 largos años.
  • 15-09-1968: fallece, luego de oficiar la Santa Misa en la Iglesia de la Adoración, en Schoenstatt, en la que luego es sepultado. Su epitafio dice: “Amó a la Iglesia”

Comer rezar amar - miedo al cambio

martes, 2 de julio de 2013

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Schoenstatt Santuario Original y el P. Kentenich

Historia de Schoenstatt 3° Parte

Historia de Schoenstatt 2° Parte

Historia de Schoenstatt 1° Parte

Schoenstatt

PADRE JOSE KENTENICH


Padre José Kentenich

Primeros años de vida

José Kentenich nace en Gymnich, Alemania en 1885. Crece sin padre y su madre, de escasos recursos, se ve obligada a llevar a su hijo de 9 años a un orfanato. En la capilla de ese lugar, su madre encomienda la vida de José al cuidado y la educación de la Virgen María, consagrándolo a Ella. Este hecho marcará profundamente para siempre la vida del niño.
A los 11 años descubre que quiere ser sacerdote. Ingresa a la comunidad de los Padres Palotinos, donde, por su temperamento inquieto, su gran amor a la verdad y sus ansias de libertad, no siempre es comprendido por sus superiores. Sufre algunos años de crisis interior. Un salto en la fe y en la confianza en la Virgen lo ayudan a lograr la armonía. Ella será su madre, educadora y maestra en la fe durante toda su vida.

Fundación de Schoenstatt

En 1910 es ordenado sacerdote y comienza a trabajar en la formación de jóvenes. “Desde que fui ordenado sacerdote pude proyectar, formar y modelar en otros, el mundo que llevaba en mi interior”, recordaría años más tarde.
Su programa para la educación de los jóvenes fue el siguiente: “Queremos educarnos bajo la protección de María como personalidades libres, firmes y apostólicas”.
En 1914, en una pequeña capilla abandonada en el valle de Schoenstatt, les propone a estos jóvenes sellar una Alianza de Amor con la Virgen para que Ella se establezca allí y los eduque como hombres nuevos para una sociedad nueva. Es el inicio del Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
Durante la primera guerra mundial acompaña espiritualmente a los jóvenes que están en el campo de batalla. Al finalizar la misma, llegan al Movimiento las primeras mujeres. Con muchas de ellas, en 1920, funda la Federación de Mujeres y, posteriormente, en 1926, el Instituto Secular de las Hermanas de María. A éste le seguirán otros cinco institutos seculares fundados por él.

Campo de concentración

Al inicio de la década del ’30, se expanden los peligros del nacionalsocialismo. El P. Kentenich lo detecta y critica en él, la despersonalización y el pensar colectivista, la mentira como sistema y la sustitución del sentir religioso por una concepción racista y partidista. En las listas y archivos de Berlín se inscribe a Schoenstatt como uno de los grupos más peligrosos y hostiles al régimen nazi.
Como consecuencia, en 1941, el P. Kentenich es encarcelado durante seis meses en Coblenza, y en 1942 es llevado al campo de concentración de Dachau, donde permaneció hasta 1945. Durante ese período, funda la Internacional Schoenstattiana y dos institutos seculares: los Hermanos de María y el Instituto de las Familias; también escribe textos teológicos, pedagógicos y ascéticos que muestran la libertad interior plena, la fe en un Dios providente y la dignidad de un hombre que conoce el sentido de su vida.

Viajes internacionales

Después de este tiempo, al finalizar la segunda guerra mundial, decide viajar por el mundo para proclamar el mensaje de Schoenstatt.
Así, entre 1947 y 1952, llega a Latinoamérica y Sudáfrica, lugares donde las Hermanas de María habían fundado Schoenstatt ya en la década del 30. También viaja a Estados Unidos.
En enero de 1952 bendice el primer Santuario de Schoenstatt de la Argentina, en Florencio Varela.

La prueba más dura

Pero la experiencia más dura de su vida llega cuando la Iglesia prueba su fidelidad y obediencia; lo separa del Movimiento y lo envía como exiliado durante 14 años a Milwaukee, Estados Unidos. Muchas dudas acerca de su carisma y de su posición en la Obra por él fundada motivaron esta separación. El Padre Kentenich mantiene intacta su obediencia a la Iglesia y, a la vez, la convicción de que su carisma proviene de Dios. Confía plenamente en que María le allanará el camino para poder realizarlo.
Al finalizar el Concilio Vaticano II es llamado a Roma y reivindicado por el Papa Pablo VI, en diciembre de 1965.

Últimos años

Tres años intensos de trabajo coronan su vida al servicio de su Familia.
El domingo 15 de septiembre de 1968, fiesta de los 7 dolores de María, inmediatamente después de celebrar la Santa Misa, muere en la sacristía de la Iglesia de la Santísima Trinidad, en el Monte Schoenstatt, Alemania.
El epitafio que él eligió para su tumba, “Dilexit Ecclesiam, Amó a la Iglesia”, resume el sentido de su vida, su lucha y su gran sueño. A su tumba, erigida en el mismo lugar de su muerte, llegan innumerables peregrinos de todo el mundo para confiarle sus intenciones.

Rasgos fundamentales de su personalidad

Aquellos que lo conocieron destacaron cuatro rasgos fundamentales de su personalidad:
  • Encarnó la paternidad como un reflejo de la paternidad divina. En un mundo donde se experimenta una multiforme orfandad, quiso regalar a muchos hombres y mujeres su corazón acogedor, paternal y cálido. Para él, la autoridad sólo podía entenderse como un servicio desinteresado a la vida.
  • Era un gran pedagogo que, por medio de un contacto vital con las personas, supo acompañar los procesos de vida, orientarlos hacia el ideal y promover siempre la libre decisión de quienes le fueron confiados.
  • Poseía una destacada capacidad profética. Sabía discernir los signos de los tiempos, con “la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios”.
  • Era un hijo de María, a quien profesaba un profundo y tierno amor. Ella es la educadora del hombre nuevo, la promotora de un nuevo orden social y forjadora de una santidad que se compromete con el mundo y con la historia.
En 1975 se abrió su proceso de beatificación, que en la actualidad culminó su fase diocesana para iniciar la que se desarrollará en Roma.
Su obra se extiende por más de 110 países, de los cinco continentes. Personas de la más diversa condición social y cultural, lo tienen como su referente, padre y orientador.
Nuevo Schoenstatt: Misiones 2501 (1888) Florencio Varela - Buenos Aires - Argentina

PORQUE LA VIRGEN TIENE DIFERENTES NOMBRES

Advocación de María

¿Por qué la Virgen María tiene diferentes nombres?

Es común que nos preguntemos: ¿Por qué hay tantas advocaciones diferentes de la Virgen María? La respuesta es simple: No es que haya diversas Vírgenes, por más que hablemos de la Virgen de Luján, la Virgen de Fátima, la Virgen de Lourdes, de María Auxiliadora... o cualquier otra de las múltiples advocaciones o títulos existentes. Para comprenderlo, podríamos cambiar la preposición “de” por la preposición “en”. Existe una única y misma Virgen María, Madre de Dios y Madre de todos los hombres, que se ha manifestado -y manifiesta- en diversos lugares: en Luján; en Itatí; en Lourdes o como María Auxiliadora. Al hablar de la Virgen de Schoenstatt, queremos decir lo mismo: es la Virgen María que se ha manifestado en Schoenstatt.

Su título: “Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt”

Cristo, al morir en la cruz, nos dejó a María como nuestra Madre. Ella también es Reina si le damos el poder de actuar en nuestras vidas para conducirnos a Dios y utilizarnos como sus instrumentos.
En la historia de la Obra de Schoenstatt se ha manifestado como Victoriosa en innumerables situaciones difíciles. También puede serlo en nuestras vidas.
La Santísima Virgen es tres veces Admirable como Madre de Dios, Madre del Redentor y Madre de los redimidos. Es admirable por su fe, por su esperanza y por su caridad.
María eligió el lugar de Schoenstatt para actuar desde allí con su misión especial de Madre, Reina y Educadora en nuestras vidas.

Origen de la advocación

Madre tres veces Admirable de Schoenstatt

María es venerada en Schoenstatt bajo esa advocación. El nombre “Madre tres veces Admirable” (en latín Mater ter Admirabilis, y abreviado MTA), proviene de Ingolstadt, al sur de Alemania. En el siglo XVI, época de la reforma protestante, los miembros de la Congregación Mariana de Ingolstadt habían actuado activamente y con gran fecundidad en la defensa y propagación de la fe católica. En esa Congregación veneraban a María como “Mater ter Admirabilis”. En la época de la fundación de Schoenstatt, los jóvenes que habían sellado la Alianza de Amor, querían ser para su tiempo lo que aquellos congregantes marianos de Ingolstadt habían sido para el suyo, por eso quisieron tomar el nombre de su advocación y venerar a María como “Madre tres veces Admirable de Schoenstatt”.
En un sentido más amplio, podemos afirmar que la expresión “tres veces Admirable” significa: muy admirable o admirable por múltiples motivos. Por ejemplo, como Madre de Dios, Madre del Redentor y Madre de los redimidos. O como Madre de la fe, de la esperanza y de la caridad, etc.

Reina

Más tarde, en 1939, se añadió al nombre oficial de la Virgen de Schoenstatt la palabra: "Reina". Schoenstatt era perseguido por la dictadura nazi. El Padre Kentenich comparó esta lucha, en su momento, al enfrentamiento del pequeño David con el gigante Goliat. Surgió entonces en las filas de Schoenstatt una corriente de coronación: reconocer que María, en la Alianza de Amor, no sólo es Madre, sino que también tiene poder de Reina y, como tal, puede contar –más allá de nuestro desvalimiento humano– con nuestra fidelidad de aliados e instrumentos suyos, también en las circunstancias más difíciles.

Victoriosa

El título de "Victoriosa" surgió hacia el final de la vida del Padre José Kentenich, en 1966. Después de 14 años de haber sido separado de su Obra por la Iglesia, el Papa Pablo VI declaró su rehabilitación al final del Concilio Vaticano II, y así el Padre Kentenich pudo regresar a Schoenstatt. En medio de todas las oscuridades que debieron atravesar el Padre Kentenich y su Obra en los años anteriores, siempre lo movió una total confianza en la victoria final de la Santísima Virgen. Por eso, en reconocimiento al poder vencedor de María en la historia de la Obra de Schoenstatt, quiso que, en adelante, al título de Madre y Reina de Schoenstatt se añadiese el de "Victoriosa".
María, como nuestra Reina, a quien nos entregamos como aliados e instrumentos, se manifiesta en nuestra vida como la gran victoriosa que vence todos los poderes del mal y nos intercede las gracias que necesitamos para llegar a la plenitud de hijos de Dios.
De allí surge la advocación completa: Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt.
Muchos miembros del Movimiento de Schoenstatt, en especial en los países de habla hispana, la llaman de manera familiar, simplemente, “Mater”, que significa “Madre” en latín.