miércoles, 19 de junio de 2013

¿CÓMO VIVIMOS LA ESPIRITUALIDAD DE SCHOENSTATT?

La espiritualidad de Schoenstatt está marcada decisivamente por la fe en la conducción divina en la vida diaria y por un organismo de vinculaciones a personas, lugares e ideales.P. José Kentenich Ya décadas antes del Concilio Vaticano II el P. Kentenich percibió con claridad que la Iglesia necesitaba personas y comunidades que estuvieran formadas desde lo interior de sí mismas y no por el entorno que las rodeaba; personas y comunidades que en el “espíritu de los hijos libres de Dios” supieran decidirse personalmente por Dios. Schoenstatt considera que una de sus principales tareas es mantener vivo el espíritu del Concilio Vaticano II y ayudar a plasmarlo cada vez más en la realidad de la Iglesia.
En la labor concreta se trata de crear las condiciones pedagógicas que promuevan una fe que cale en la vida cotidiana. Junto con otros medios prácticos para la educación de la personalidad, la espiritualidad de Schoenstatt ofrece sobre todo una formación sustentada en la vida misma: en los acontecimientos, los hombres, los encuentros, el Dios de la Vida nos habla y llama a obrar concretamente.
En la Alianza de Amor y en la vinculación a los diferentes Santuarios de Schoenstatt, los hombres hallan un hogar en el amor misericordioso de Dios que es fundamento firme para la actividad apostólica. Se entregan al amor redentor de Cristo que impulsa hacia la acción evangelizadora. Tal como lo acentuara el P. Kentenich en armonía con el Concilio, el objetivo es modelar el mundo desde adentro y en el Espíritu Santo, llevar en sí mismo la atmósfera religiosa y encauzarla hacia el entorno. De este modo Schoenstatt procura generar un clima en el cual crezcan hombres, cristianos, que se decidan libremente, que tomen iniciativas, conscientes de la responsabilidad que tienen para consigo mismos, para con los demás y para con el mundo, que se alegren de la variedad de vocaciones y carismas.
Los miembros del Movimiento trabajan en una gran cantidad de proyectos educativos, asistenciales, actividades en el campo de las misiones, la cultura y la política, particularmente en colaboración con otras comunidades religiosas e iniciativas de la Iglesia.

¿CÓMO ES LA ORGANIZACIÓN DEL MOVIMIENTO DE SCHOENSTATT?

Organización

El Movimiento de Schoenstatt surgió lentamente. Solemos decir que surgió de la vida; de ella nacieron los principios y las diversas agrupaciones.
A la Familia de Schoenstatt pertenecen los Institutos, las Federaciones, las agrupaciones de la Liga y el Movimiento de peregrinos.
Estos grupos se distinguen entre sí por el grado del vínculo que los liga a Schoenstatt así como por su compromiso apostólico y comunitario.
- Los Institutos Seculares son comunidades de vida consagrada, es decir, que se han comprometido a una entrega a Dios en el espíritu de los Consejos Evangélicos de acuerdo a su estado de vida (virginal o matrimonial). Poseen un carácter marcadamente secular, es decir, realizan su ideal de entrega a Dios en medio del mundo.
Entre ellos se cuentan:
- el Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt,
- el Instituto Secular de los Sacerdotes Diocesanos,
- el Instituto Secular de los Hermanos de María,
- el Instituto Secular de las Hermanas de María,
- el Instituto de Nuestra Señora de Schoenstatt y el Instituto Secular de Familias.
- Las Federaciones Apostólicas son comunidades que aspiran al más alto grado de santidad en virtud de un esfuerzo libre y magnánimo. Se comprometen, en relación al apostolado, a mantener un espíritu apostólico permanente y universal, a nivel de dirigentes, que se extiende a todos los ambientes. Existen:
-  la Federación Apostólica de Sacerdotes Diocesanos,
- la Federación Apostólica de Familias,
- la Federación Apostólica de Madres,
- la Federación Apostólica  de Mujeres (solteras)
- Las Ligas Apostólicas están constituidas por aquellas personas que, aspirando a la santidad, se dejan educar por Schoenstatt y así se esfuerzan por realizar un servicio apostólico en su medio. Son de carácter diocesano. Existen:
- la Liga Apostólica de Familias,
- la Liga Apostólica de Sacerdotes Diocesanos,
- la Liga Apostólica de Hombres,
- la Liga Apostólica de Mujeres (solteras),
- la Liga Apostólica de Madres
- la Juventud Masculina
- la Juventud Femenina
- La Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt.
- El Movimiento de peregrinos es la base más amplia de la Familia de Schoenstatt. A él pertenecen todas aquellas personas que han adherido personalmente a las fuentes vitales de Schoenstatt: la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt, el Santuario y el Padre Kentenich. No asumen ningún tipo de compromiso apostólico, ni comunitario, ni ascético.
- Existen diversas Acciones sociales asumidas por miembros del Movimiento de Schoenstatt, tales como:
-          Voluntarias de María, asistencia de enfermos en hospitales,
-          Misiones familiares y Juveniles,
-          Talleres de artes y oficios para jóvenes,
-          Casas del Niño,
-          Centros para niños con capacidades diferentes,
-          Campaña de la Soja,
-          Centro Pedagógico P. Kentenich
-          Círculo Vocacional

NOTICIAS, JUNIO DEL 2013- OTRO HITO DE SCHOENSTATT

QUERIDOS HERMANOS EN LA ALIANZA
Hay días que se vuelven históricos. El 22 de mayo, a eso de las 10 de la mañana, un grupo de Padres de Schoenstatt estábamos reunidos en Sión cuando recibimos un mail con la extraordinaria noticia de que los Palotinos habían donado el Santuario original; en el mail se indicaba el link de la página web de los Palotinos de Alemania. Buscamos la página y decía: “La comunidad de los Palotinos regala al Movimiento de Schoenstatt, para el año jubilar 2014, la capilla de peregrinación en Vallendar-Schoenstatt. Lo decidió la Asamblea Provincial, el máximo órgano decisorio de la comunidad, en su sesión del 22 de mayo de 2013, en el provincialato de Friedberg, Baviera. Junto con la capilla se incluye en la donación la plaza de peregrinos colindante”. Inmediatamente se sucedieron llamados para confirmar la gran noticia. Era verdad: el Santuario original era nuestro.
La noticia se expandió por todo el mundo como una gran ola de alegría, despertando en la Familia de Schoenstatt una inmensa gratitud a Dios y a la Sma. Virgen. En muchos Santuarios se repicaron las campanas anunciando la gran noticia, y muchos la recibían con lágrimas en los ojos. El Santuario original por fin es nuestro. Es un milagro.
Haciendo un poco de historia: en el año 1965, al regresar el P. Fundador del exilio, estando él en Roma y a instancias de la Santa Sede, se llevaron a cabo reuniones entre los Palotinos (dueños del Santuario original) y el Movimiento de Schoenstatt, acerca del uso del Santuario. Se llegó al compromiso de que Mons. Wissing, responsable de Schoenstatt, nombraría a un sacerdote Palotino como rector del Santuario y a un sacerdote de Schoenstatt como rector del Movimiento Popular y de Peregrinos, y entre ambos deberían ponerse de acuerdo sobre el uso del Santuario original.
Pero la tarde anterior a la firma del acuerdo el P. General de los Palotinos fue a ver al P. Fundador muy preocupado, porque se encontraba en una situación muy difícil: consideraba que con el acuerdo se le quitaría a los Palotinos el derecho de designar al Rector del Santuario, derecho que les correspondía por sus constituciones. Él consideraba esto como una intervención foránea que le crearía un problema grave en su comunidad. El P. Fundador le respondió que Schoenstatt no quería quitarle a los Palotinos ningún derecho, lo que solamente quería era poder tener acceso libre al Santuario, de modo que si el Padre General se comprometía a respetar ese derecho, él se comprometía a que ese acuerdo no se firmara. El P. General Palotino quedó muy satisfecho con estas palabras del P. Fundador.
El P. Kentenich habló entonces con Mons. Wissing y con Mons. Tenhumberg, los representantes de Schoenstatt en las conversaciones ante los Palotinos; les expuso la situación y les pidió que no se firmara este acuerdo. Mons. Tenhumberg le expresó al P. Fundador que dudaba de que este compromiso con el General de los Palotinos se cumpliera, a lo cual el P. Kentenich respondió: “Bien, yo asumo esta responsabilidad”. No obstante el gesto generoso del P. Fundador, siguieron tiempos de distanciamiento e incomprensión.
El P. Fundador contó a sus colaboradores que el motivo por el cual había actuado así era que él no quería que hubiera vencedores y vencidos en la problemática en torno al Santuario original, ya que tarde o temprano deberíamos poder trabajar juntos. Era conveniente que no quedaran heridas abiertas para permitir más tarde una relación más fraterna. Según su visión, en el futuro podía suceder que, cuando hubiera nuevas generaciones de Palotinos que no fueran parte de los conflictos con Schoenstatt, ellos mismos entregaran el Santuario original ya que no les significaría nada especial para su vida y su misión. Esto es lo que, después de 48 años, ha sucedido el 22 de mayo.
Todavía falta aclarar qué pasará con los caminos de acceso al Santuario, los lugares de estacionamiento, la sacristía y las formalidades del traspaso que concretarán la posesión definitiva del Santuario original. Seguramente Uds. se preguntarán: ¿qué podemos hacer para colaborar? ¿Es suficiente decir “muchas gracias” y hacer una oración? Como les escribí en la Carta de Alianza de febrero último, creo que, hoy más que nunca, nuestros “aportes” para poseer verdaderamente el Santuario original deben ser:
1º ofrecer capital de gracias: El Santuario original será definitivamente nuestro cuando lo “conquistemos” con nuestras entregas solidarias de amor. 
2º esforzarnos por la unidad fraterna de la Familia: el Santuario original será nuestro “hogar común” si vivimos en Alianza de Amor entre nosotros. Crezcamos en fraternidad y generosidad, dejemos de lado absurdas ambiciones y juegos de poder, y fomentemos la unidad, el diálogo sincero y el trabajo en común.
3º gestar cultura de Alianza: siguiendo el ejemplo del P. Kentenich y los primeros misioneros de Schoenstatt ofrezcamos la Alianza de Amor, estrechemos vínculos y tendamos puentes entre los hombres y de los hombres con Dios. En este año de la fe y la misión, el Papa Francisco nos convoca a ser una Iglesia abierta y peregrina: regalemos el mensaje de la Alianza de Amor con María y seamos constructores de “cultura de Alianza”.
Queridos hermanos, estoy seguro de que el P. Fundador hoy nos diría nuevamente las palabras de Goethe: “Lo que heredaste de tus mayores, conquístalo para poseerlo”.
Con alegría, les mando desde el Santuario un cordial saludo y bendición.
¡Feliz día de Alianza!
P. José Javier Arteaga
¡CON MARÍA ARDAMOS POR LA MISIÓN!

CÓMO COMENZO EN SAN JUAN- ARGENTINA , EL MOVIMIENTO DE SCHOENSTATT Y NUESTRO SANTUARIO

Todo comenzó en julio del año 2009

Todo comenzó en julio del año 2009, cuando la Familia de San Juan fue bendecida con un terreno para su futuro Santuario. Ubicado a pocos kilómetros de la ciudad, en una zona muy fértil, junto al Río San Juan y con las Sierras de Pie de Palo como marco.
Así comenzó la conquista: los misioneros de la Campaña junto a la comunidad de la Villa San Judas Tadeo comenzaron a acercarse a rezar allí el rosario, la Juventud Femenina y Masculina ofrecían como Capital de Gracias sus misiones “Manus Mariae” en las villas aledañas, la Rama de Madres sus Alianzas, las Profesionales sus reuniones quincenales.
Todo demostraba que la Mater quería instalarse allí.

Un sueño comenzó a gestarse…

Así comenzó a gestarse en sus mentes un sueño: levantar en su terreno la ermita de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt y así, con su presencia, comenzar a regalar las gracias a quienes se acerquen a Ella.
Era necesario recaudar el dinero. Para ello se movilizó a toda la Familia que con mucho esfuerzo logró este fin. También hay que destacar los importantes aportes que se agregaron de muchas personas muy comprometidas con la Madre. Así llegaron a obtener el monto necesario para comenzar su construcción.
Fue a través de la Asociación Civil “San Miguel Arcángel” que llegaron a concretar este hermosa ilusión.

Llegó el día tan esperado

Llegó el día tan esperado: 18 de diciembre de 2010. Con la presencia del Obispo Monseñor Alfonso Delgado, sacerdotes amigos, la Hermana Catalina Walsh, la Familia de San Juan, representantes de la Familia de Mendoza, autoridades del gobierno, vecinos de la zona, en un acto emotivo bendijeron su ermita, celebraron la Santa Eucaristía y renovaron la Alianza de Amor con la Mater.
“Fue un día de fiesta para nuestro espíritu que quedará plasmado en nuestras mentes y corazones”, comparten Alberto y Sonia, coordinadores diocesanos. “Fuimos elegidos como humildes instrumentos para que se instalara allí, rodeada de una corona de flores como una verdadera triunfadora, sonriente ante los ojos de todos sus hijos, que dichosos de su presencia, agradecíamos a Dios por habernos regalado a su Madre”.
Gracias, Madre, por estar allí, derramando tus gracias y bendiciones a todo el pueblo sanjuanino que acude a Ti.

MISAS EN EL TERRENO A CONSTRUIR NUESTRO SANTUARIO EN SAN JUAN - ARGENTINA

Misa 2º Domingo

Querida Familia, se acerca el 2º domingo de mes (8 de
julio) donde nos encontraremos a las 11hs.
Felices de poder reunirnos en nuestro Terreno
De compartir la Santa Eucaristía
Sabemos que nos cuesta, pero ustedes no se
imaginan la alegría que debemos provocar a nuestro
Padre del cielo, a nuestra Mater y nuestro padre José,
el de poder ver a una familia unida y comprometida.
No desaprovechemos esta nueva oportunidad que
se nos brinda

UNIDOS POR EL AMOR A LA MATER
SONIA Y ALBERTO HIERREZUELO
COORDINADORES DIOCESANOS
MOVIMIENTO APOSTOLICO DE SCHOENSTATT - SAN JUAN
  

Muchas son las personas elegidas por Dios que tienen la posibilidad de conquistar un Santuario para María; otros ya nacieron con el gran regalo de este hogar en sus diócesis. Pero a la Mater nadie le gana en generosidad y hoy en día nos invita a vivir la misión de todo fundador: la conquista del Santuario.
Aunque San Juan pueda ser un pueblo muy chico, desértico y con una familia en crecimiento, estamos totalmente conscientes de que la Mater nos ha elegido. Ella nos ha llamado para que nuestro Santuario pueda revivir el fervor de fundación de su Hogar. Sí, así como lo hicieron los primeros héroes hace 100 años.

miércoles, 12 de junio de 2013

"Mi vida y Yo ": ".. SUPERAMOS ALGO .."

"Mi vida y Yo ": ".. SUPERAMOS ALGO ..":                                    El ser humano se adapta a todo.     Supera el dolor,cierra historias,empieza de nuevo,olvida... ...

martes, 11 de junio de 2013

JOSE KENTENICH

Padre José Kentenich

Primeros años de vida

José Kentenich nace en Gymnich, Alemania en 1885. Crece sin padre y su madre, de escasos recursos, se ve obligada a llevar a su hijo de 9 años a un orfanato. En la capilla de ese lugar, su madre encomienda la vida de José al cuidado y la educación de la Virgen María, consagrándolo a Ella. Este hecho marcará profundamente para siempre la vida del niño.
A los 11 años descubre que quiere ser sacerdote. Ingresa a la comunidad de los Padres Palotinos, donde, por su temperamento inquieto, su gran amor a la verdad y sus ansias de libertad, no siempre es comprendido por sus superiores. Sufre algunos años de crisis interior. Un salto en la fe y en la confianza en la Virgen lo ayudan a lograr la armonía. Ella será su madre, educadora y maestra en la fe durante toda su vida.

Fundación de Schoenstatt

En 1910 es ordenado sacerdote y comienza a trabajar en la formación de jóvenes. “Desde que fui ordenado sacerdote pude proyectar, formar y modelar en otros, el mundo que llevaba en mi interior”, recordaría años más tarde.
Su programa para la educación de los jóvenes fue el siguiente: “Queremos educarnos bajo la protección de María como personalidades libres, firmes y apostólicas”.
En 1914, en una pequeña capilla abandonada en el valle de Schoenstatt, les propone a estos jóvenes sellar una Alianza de Amor con la Virgen para que Ella se establezca allí y los eduque como hombres nuevos para una sociedad nueva. Es el inicio del Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
Durante la primera guerra mundial acompaña espiritualmente a los jóvenes que están en el campo de batalla. Al finalizar la misma, llegan al Movimiento las primeras mujeres. Con muchas de ellas, en 1920, funda la Federación de Mujeres y, posteriormente, en 1926, el Instituto Secular de las Hermanas de María. A éste le seguirán otros cinco institutos seculares fundados por él.

Campo de concentración

Al inicio de la década del ’30, se expanden los peligros del nacionalsocialismo. El P. Kentenich lo detecta y critica en él, la despersonalización y el pensar colectivista, la mentira como sistema y la sustitución del sentir religioso por una concepción racista y partidista. En las listas y archivos de Berlín se inscribe a Schoenstatt como uno de los grupos más peligrosos y hostiles al régimen nazi.
Como consecuencia, en 1941, el P. Kentenich es encarcelado durante seis meses en Coblenza, y en 1942 es llevado al campo de concentración de Dachau, donde permaneció hasta 1945. Durante ese período, funda la Internacional Schoenstattiana y dos institutos seculares: los Hermanos de María y el Instituto de las Familias; también escribe textos teológicos, pedagógicos y ascéticos que muestran la libertad interior plena, la fe en un Dios providente y la dignidad de un hombre que conoce el sentido de su vida.

Viajes internacionales

Después de este tiempo, al finalizar la segunda guerra mundial, decide viajar por el mundo para proclamar el mensaje de Schoenstatt.
Así, entre 1947 y 1952, llega a Latinoamérica y Sudáfrica, lugares donde las Hermanas de María habían fundado Schoenstatt ya en la década del 30. También viaja a Estados Unidos.
En enero de 1952 bendice el primer Santuario de Schoenstatt de la Argentina, en Florencio Varela.

La prueba más dura

Pero la experiencia más dura de su vida llega cuando la Iglesia prueba su fidelidad y obediencia; lo separa del Movimiento y lo envía como exiliado durante 14 años a Milwaukee, Estados Unidos. Muchas dudas acerca de su carisma y de su posición en la Obra por él fundada motivaron esta separación. El Padre Kentenich mantiene intacta su obediencia a la Iglesia y, a la vez, la convicción de que su carisma proviene de Dios. Confía plenamente en que María le allanará el camino para poder realizarlo.
Al finalizar el Concilio Vaticano II es llamado a Roma y reivindicado por el Papa Pablo VI, en diciembre de 1965.

Últimos años

Tres años intensos de trabajo coronan su vida al servicio de su Familia.
El domingo 15 de septiembre de 1968, fiesta de los 7 dolores de María, inmediatamente después de celebrar la Santa Misa, muere en la sacristía de la Iglesia de la Santísima Trinidad, en el Monte Schoenstatt, Alemania.
El epitafio que él eligió para su tumba, “Dilexit Ecclesiam, Amó a la Iglesia”, resume el sentido de su vida, su lucha y su gran sueño. A su tumba, erigida en el mismo lugar de su muerte, llegan innumerables peregrinos de todo el mundo para confiarle sus intenciones.

Rasgos fundamentales de su personalidad

Aquellos que lo conocieron destacaron cuatro rasgos fundamentales de su personalidad:
  • Encarnó la paternidad como un reflejo de la paternidad divina. En un mundo donde se experimenta una multiforme orfandad, quiso regalar a muchos hombres y mujeres su corazón acogedor, paternal y cálido. Para él, la autoridad sólo podía entenderse como un servicio desinteresado a la vida.
  • Era un gran pedagogo que, por medio de un contacto vital con las personas, supo acompañar los procesos de vida, orientarlos hacia el ideal y promover siempre la libre decisión de quienes le fueron confiados.
  • Poseía una destacada capacidad profética. Sabía discernir los signos de los tiempos, con “la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios”.
  • Era un hijo de María, a quien profesaba un profundo y tierno amor. Ella es la educadora del hombre nuevo, la promotora de un nuevo orden social y forjadora de una santidad que se compromete con el mundo y con la historia.
En 1975 se abrió su proceso de beatificación, que en la actualidad culminó su fase diocesana para iniciar la que se desarrollará en Roma.
Su obra se extiende por más de 110 países, de los cinco continentes. Personas de la más diversa condición social y cultural, lo tienen como su referente, padre y orientador.